Portada Introducción Aventura Ritos y costumbres Supervivencia Bitácora Vídeos Noticias
Asturias Mundial

Bitácora
El 8 de abril de 1976
Lago Nasser


 

La carretera de El Cairo a Asuan es realmente bella. El paisaje es rico en colores.Nos encontramos circulando por zona agrícola.

El 8 de abril de 1976 llegamos a Asuan, donde nos instalamos en el hotel Catarat, al borde del Nilo.

La temperatura ha cambiado considerablemente. El calor aprieta desde tempranas horas de la mañana y no te deja hasta bien entrada la noche.


Sufrimos un pequeño contratiempo. No nos permiten circular por tierra para llegar a la frontera de Sudán, a Guadihalfa. Por lo visto, la carretera desapareció hace ya algún tiempo.
Insistimos a la policía, argumentando que esta no es razón de importancia para nosotros, ya que nuestros vehículos están bien preparados para atravesar terrenos desérticos, pero no les convencemos y se niegan por razones militares. Por lo tanto, no nos queda otra solución: coger el barco para cruzar el lago Nacer, que sale de esta ciudad el día 12 dirección Guadihalfa.

 



Día 10 de abril. Mala suerte, el barco (de vapor antiquísimo) no puede cargar los camiones por su peso y envergadura. Solución: esperar de 2 a 7 días para que un carguero, una vez lleno de mercancía, pueda llevarnos hasta la frontera con Sudán.
Después de mucho discutir, se consigue alquilar una plataforma flotante, remolcada por una grúa. El precio es disparatado, pero no hay otra solución, y ellos lo saben, por lo que abusan con el precio de una forma descarada...

 



Día 13 de abril embarcamos. La travesía es de 30 horas. El calor es sofocante y para colmo, Iván coge unas anginas gordísimas con 40 de fiebre. Rápidamente antibiótico y doble dosis de vitaminas y le preparo una confortable cama en el Unimog pequeño, donde puede disfrutar de todo cuanto ocurre a través de los amplios cristales. El niño, responde rápido a los medicamentos y en dos días consigue mejorar.

 



Día 14. El día anterior el remolcador hace una parada, atracando en unas pequeñas islas rocosas, donde pasamos la noche. A la mañana siguiente, Antonio como siempre, pone el motor del Unimog en marcha, para que funcione el generador que mantiene frío el congelador. De repente, se oye un ruido sordo de un cuerpo que cae...
delante del motor descubrimos el cuerpo sin cabeza de una serpiente ondulante. Al cabo de unos segundos, cae la cabeza de la serpiente y detrás de ella, otra que sale a toda prisa y se esconde en la bodega sin darnos tiempo a liquidarla. A partir de este día, nadie volvió a dormir sobre cubierta, utilizamos la parte alta de los camiones.
Las serpientes se habían cobijado en el motor buscando el calor.

 

El paisaje es extraño, absolutamente desértico, pero muy variado en tonos, algunos negros y rocosos... otros de arenas doradas o combinados con rocas muy oscuras, parece un paisaje lunático.


Introduce tu nombre o apodo:
Introduce el texto de tu comentario:
Caracteres restantes: 
1000

Introduce el código que se muestra en la imagen:
captcha

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.




nubaexperience.com. Todos los derechos reservados.
Diseño: esarte & codevent