Nunca se sabe cuando se van a producir las luchas.
Durante nuestra convivencia con las tribus descubrimos cómo y porqué decidían hacer estas celebraciones que reunían a cientos de personas de distintos poblados.

Es el brujo de la tribu, junto con el consejo de ancianos de la comunidad, quienes deciden cuando se celebrarán. Dependen de si la recolecta del “dura” ( mijo ) ha sido buena ese año y en ese caso, se celebrarán muchas fiestas de luchas.
Para un guerrero Nuba sus victorias son necesarias para ingresar en la clase mas elevada: la de los luchadores.

Una vez que este consejo ha tomado la decisión, envían a los mensajeros para que lo anuncien por todos los poblados de los alrededores, algunos pueden estar situados a más de 30km. de distancia.

Cuando llegan los mensajeros, que suele ser antes del anochecer, golpean el suelo con un especie de abanico de cuero con mango de madera, mientras que otro, hace sonar un cuerno de cudu.
Todo el poblado sale a recibirlos y darles la bienvenida para llevar la buena noticia a los lejanos campamentos de los pastores, donde se encuentran los luchadores.

Al amanecer, se ponen en ruta, guerreros, mujeres, niños.. En fin, familias enteras hacia el lugar del encuentro.
Las mujeres cargan con la “marissa” ( creveza de mijo ), el agua y la comida y se adornan para la fiesta de las luchas con sus collares, pieles y calabazas.
Los luchadores se preparan con sus pinturas, divertidos sombreretes y cubren sus cuerpos con la sagrada ceniza.

Durante el recorrido hasta el lugar de la celebración, llevan el estandarte de su poblado izado en una lanza de 3 a 5 metros de altura .

Las luchas comienzan a primera hora de la tarde, pero si el combate es entre héroes, comienza al mediodía, cuando el calor aprieta mas que nunca y estos hombres pueden demostrar su superioridad y valentía extraordinaria.