La lucha con brazalete constituía un rito iniciático, una celebración dionisíaca de los profundos misterios de la naturaleza.
Los cuerpos se rozaban, los huesos chocaban, los músculos se contraían, se medían las fuerzas...

La lucha es un juego teatral que el Nuba sostiene con la naturaleza para sobrevivir y fortalecerse manteniendo su estirpe a través de muchas generaciones.

En una sociedad sabia como la Nuba, estas costumbres ancestrales repercuten en beneficio de la comunidad, se efectúa una selección natural, siendo los luchadores más aguerridos y que demuestren mejores cualidades, los escogidos por las mujeres para aparearse.


De este modo, los Nubas, física y moralmente eran una raza única.

El joven guerrero desea superarse desde su mas tierna infancia y tiene que probar su capacidad para doblegar a cualquier adversario.
Un Nuba no lucha para ser admirado, lucha para ser merecedor de su raza.

De los 9 a los 15 años se someten a una dura prueba que consiste en correr a gran velocidad unos 25km. sin parar bajo el sol abrasador y han de regresar al poblado con una rama de un árbol lejano y único.
Muchos de los jóvenes sucumben y su corazón les estalla literalmente, derrumbándose.
Los pocos que superan esta prueba saben que les queda mucho camino por recorrer.

A los 19 años se les separa largas temporadas de la comunidad y de los 20 a los 30 se centran, una vez al año, durante el mes de Abril en los combates con palo y brazalete.

Estas luchas se organizan entre Nubas de varios poblados cercanos: Kau, Niaru y Fungor.

Se enfrentan sin que exista animosidad ni verdadera rivalidad entre ellos, lo importante no es vencer, si no demostrar la belleza, la valentía y la elegancia de sus cuerpos y sus mentes durante la batalla.
Los enfrentamientos entre dos Nubas comienzan primero con la técnica de lucha con palo de madera de acacia  ( a larga distancia ) y terminan con la de brazalete ( a corta distancia ).

Estos brazaletes ( como podéis ver en las imágenes adjuntas ) están realizados en bronce y tienen una forma afilada a modo de doble cuchilla de media luna que provocan profundos cortes al impactar sobre el cuerpo del adversario.
Por cada herida que recibe, un Nuba se enardece aún más, son los ancianos los que detienen estas peleas para evitar la muerte de estos valientes guerreros que jamás abandonan el combate.