Sudán (República de Sudán), es un país de África, situado al noreste del continente y el mayor en superficie (2.505.810 km2, unas cinco veces España aproximadamente), siendo el Estado africano que comparte fronteras con un mayor número de países (nueve). Limita con Egipto al norte, el mar Rojo al noreste, Eritrea y Etiopía al este, Kenia y Uganda al sureste, la República del Congo y la República Centroafricana al sudoeste, Chad al oeste y con Libia al noroeste. Su capital es Jartum.

La realidad de este país, cuando comenzó nuestra aventura en el año 1976, era la siguiente: no disponía de red de carreteras, solo pistas que se borraban con las constantes tormentas de arena, lo que suponía navegar por un océano de arena...tampoco, obviamente, gasolineras, tiendas de recambios o talleres mecánicos, lo que dificultaba los desplazamientos en caso de que ocurriese algún contratiempo. Por supuesto no existía ningún tipo de establecimiento donde comprar víveres y ya no digamos hospitales o farmacias...

Esta situación implica que para realizar un desplazamiento por tierra, si se quería llegar a buen puerto, era imprescindible ir muy bien equipados y abastecidos de todo lo necesario para resolver cualquier contratiempo.

Nuestro equipo constaba de dos camiones Mercedes Unimog especialmente preparados en la fábrica Mercedes Benz de Gaggenau en Alemania. Mi padre en el año 1969 ya había cruzado el Sáhara en un Toyota Land Cruser de 6 cilindros de gasolina y se había adentrado en el Congo para convivir con los pigmeos y otras tribus. Esto le dio la experiencia suficiente para conocer las necesidades específicas de diseño que debiera tener el medio de transporte con el que remontaríamos el río Nilo.

Uno de los camiones era de cabina doble y chasis largo, con una caja trasera aislada que disponía de generador, compresor y nevera para poder congelar carne. También llevaba una cámara secreta en la que se escondían las armas de fuego: un 8x68 Malinger, una escopeta del 12 y un 22 automático. Este Unimog tiraba de un remolque cargado con 2000 litros de diesel, 100 de aceite de motor, 100 de gasolina y 400 de agua potable, así como de herramientas, piezas de recambio, una Montesa 247 de trial y una zodiac para los ríos y lagos. El peso total con remolque era de 14 toneladas.

El otro Unimog era de cabina pequeña y chasis corto, muy ágil y efectivo en terrenos malos. Este vehículo era vital para ayudar al otro a salir de los encallamientos en la arena y el barro, en Alemania se usaba como tractor agrícola entre otras cosas, su altura de ejes y desarrollos lo convierten en un medio de transporte ideal para Africa. Este Unimog de carga  ligera (solo transportaba comida enlatada, filtros de agua y menaje de cocina) lo conducía mi madre. Ambos vehículos llevaban cabrestante y blocaje a las diferenciales.